SANTIAGO, República Dominicana.- En un rectángulo de 26 por 15 metros, 10 jugadores se mueven con agilidad felina, disputándose un balón de 650 gramos de peso.
Se juega uno de los partidos del Baloncesto Superior de Santiago, el público brinca, vocea, aplaude cada jugada, separan de los asientos, tienen tiempo para comer, beber y conversar.
Pero detrás de las líneas blancas que delimitan el tabloncillo de la Gran Arena del Cibao, tres fotógrafos están atentos, no pueden pestañar y mucho menos distraerse, ya que en un segundo se le puede ir la presa.Freddy Caputo, Tony Núñez y el benjamín Aneudy Tavárez son los encargados de aportar las fotos que ilustran cada juego del Torneo número 40 del Baloncesto Superior de Santiago.
Con el dedo en el obturador, Núñez, Tavárez y Caputo deben ser tan rápidos como un vaquero del Oeste, para lograr las imágenes más impresionantes.
Sus lentes deben enfocar en diferentes direcciones, cuando “los pequeños” llevan el balón a toda velocidad de un canasto a otro, buscando la mejor toma y disputas a ras del piso.
Cuando el balón llega a manos de “los grandes” el ángulo cambia, buscan las alturas la disputa de un rebote en tierra de gigantes, un “alley oop” o un donqueo.
GALERÍA
Aneudy, Freddy y Tony no tienen tiempo para distraerse en el juego, pero si disfrutan mirar lo que pasa por el pequeño ojo de sus cámaras.
Gracias a estos profesionales del lente, la Boda de Rubí del Baloncesto Superior de Santiago, ha sido una especie de colirio para los ojos.
Las páginas de los periódicos, de los digitales y de las redes en sentido general, han tenido mayor vistosidad, gracias al material fotográfico que aportan Caputo, Núñez y Tavárez.
Ellos no dicen una palabra, pero como una foto dice más que mil palabras, qué gran aporte hace al torneo de Baloncesto Superior de Santiago, Tony Núñez, Freddy Caputo y Aneudy Tavárez.