SANTIAGO, República Dominicana.- Cuando se firme el acta final de la Boda de Rubí del Baloncesto Superior de Santiago, excentricidades, datos curiosos e interesantes se podrán contar del torneo dedicado al propulsor deportivo Salvador Sadhalá y donde se disputa la Copa Banreservas.

Foto de archivo

Muchos hechos marcarán la versión 40 del evento que organiza la Asociación de Baloncesto de Santiago (ABASACA), que preside Juan (Tito) Ventura y el Comité Organizador que encabeza el senador Julio César Valentín.

Una cosa que ha trascendido en el campeonato, son los personajes que se mueven por el tabloncillo, es decir los jugadores de los seis clubes envueltos en la justa del aro y el balón.

El torneo ha estado lleno de rarezas estrambóticas por parte de los jugadores, con llamativos peinados o pajones, colores que sobresalen, tatuajes y piercing, pero sin llegar hasta el singular Dennis Rodman.

Los baloncestistas de todo el mundo, son únicos en su forma de actuar, vestir, entrar a una barbería para que inventen con su cabeza, cubrir su piel con exóticos tatuajes o perforarse las orejas para lucir un piercing.

Foto Mujeres de la seguridad.

Otros optan por llevar trenzas en su cabeza, hacerse un moño y algunos que admiran al gran Michael Jordan se deciden por llevar la cabeza raspada como el exastro de los Chicago Bulls.

Parece ser una ley universal y los jugadores de los barrios de Santiago, que nutren el Torneo Superior, no escapan a esas rarezas que inventan en su templo, el cuerpo.

Tres hermanos trillizos y un prospecto sordomudo son de las cosas extrañas que se han podido apreciar en el Baloncesto Superior de Santiago 2020 y que solo tiene pendiente la Serie Final para cerrar con broche de oro.

Por primera vez en la historia la seguridad interna del tabloncillo, incluida la de los árbitros se confió a seis hermosas mujeres, con características que van desde hermosas, enérgicas o robustas. Eso sí con una determinación increíble para cumplir su misión. Una agradable sorpresa para todos.

TIRO DE TRES

Foto de achivo

La noche del 12 de enero de 1997, doña Mónica Luna “encestó” un canasto de tres, cuando desde su vientre salieron tres hijos del parto, llenando de alegría el hogar y a su padre, el pastor Rafael Tavárez.

Uno de los atractivo del torneo fue la presencia de los Trillizos, todos jugadores de baloncesto y que fueron forjados en el Club los Ciruelitos (Cluci) donde nacieron y ha crecido.

Como el Baloncesto Superior contempla un sorteo de jugadores novatos, los trillizos Kelvin, Christian y Jeffrey tuvieron que separarse para incursionar en la justa superior.

Kelvin ya era parte del club Gregorio Urbano Gilbert (GUG), Christian fue al Club Domingo Paulino (CDP) y Jeffrey fue seleccionado por el Cupes de los Pepines, que lo mantuvo en la reserva.

La noche del 4 de marzo, GUG jugaba el primer partido de la semifinal contra Plaza Valerio, los seguidores del barrio tenían la vista puesta en Rigoberto (El Vikingo) Mendoza o Juan Guerrero para que fueran los héroes.

El choque se fue a tiempo extra, entonces, apareció un héroe inesperado y Kelvin encestó un largo canasta de tres puntos, que trilló el camino hacia la victoria 99-94 y que hizo recordar que el hijo de Rafael y Mónica era trillizo.

EL SORDOMUDO

Foto de archivo

Un joven que dio mucho de qué hablar fue Luisaury Peña quien además de estar impedido de hablar y escuchar, tenía objeción de jugar con Sameji por no haber pasado por el sistema de draft.

Sin salir a la cancha ya el sordomudo era famoso, todos querían verlo jugar, pero había una situación legar de por medio.

Finalmente, se le buscó una solución, Luisaury no se hizo esperar soltó el balón con precisión de cirujano, este pasó sin arruga por el hoyo del canastos sin que se enterara la red, señaló con su forma de comunicación hacia las gradas y el público del baloncesto estalló con una estridencia capaz de superar todos los decibelios.