Elwin Peña «EL Súper Profe»

 

Tomo el título de mi escrito, de un texto bíblico del libro de Corintios en su primera carta y el capítulo 13, lo que podría ser también aplicable a la expresión :

 

«El amor no se acaba, cambia de lugar».

 

Durante años he escuchado cientos de dirigentes y cronistas deportivos expresar «Su amor por el baloncesto de Santiago», qué ya tiene bodas de rubí y se nos hizo adulto y longevo. Sin embargo, de frase en frase debo agregar que *»Del dicho al hecho, hay tremendo trecho»*.

 

Lo digo con mucha claridad, debido a que en el momento de hacer coincidir lo dicho con el hecho, en repetidas ocasiones fallamos, en validar nuestras palabras con acciones.

 

Dichi esto, creo oportuno el momento de mostrar amor al baloncesto. Amor cuando no eres el que diriges, amor cuando no eres quien suguieres, amor cuando no estás en el paquete, *pues el amor no depende de la posición en la que te encuentres, sino en la actitud o sentimiento que tengas*.

 

Más que un llamado, mi editorial de hoy es un desafío a apoyar el baloncesto, *como evidencia de lo que hemos profesado, en coherencia con lo que hemos predicado y en consonancia con lo que hemos publicado*. Será el reto de seguir hablando lo positivo y hacerse «Sordo» a lo que crea negativo, *utilizando el medio, la pluma o el cerebro para «susanar» no para «destruir o agravar»*. ¿Porqué debe ser así ? Por una sencilla razón, de que el amor nunca deja de ser, el amor es constante y creciente y en algún momento te escuché decir: «Amamos el baloncesto de Santiago».

 

Desde esta tribuna que llamo periódico, observaré a la distancia quiénes aman y quienes valoran el baloncesto por el que han luchado y prometo ser crítico de quienes se hagan indolentes al mismo, pues el oficio que hemos elegido nos coloca en este sitial, no solo a mí, sino también a usted querido lector, que ama y disfruta el baloncesto.

 

La acera del frente es un buen lugar para observar por lo que luchaste y aplaudir los resultados que prosiguen a tu trabajo, no obstante, puede ser la posición estratégica para lanzar la piedra al vecino. Utiliza tu posición para lo que quieras, pero no olvides que *»Este es el deporte que dijiste que amas»*